sábado, 28 de marzo de 2009
HOSPITAL VIRGEN DE LA MACARENA
Esta es una leyenda que se cuenta por Sevilla, y que asienta sus bases en dicho hospital.
Planta séptima del hospital, en esta planta se encuentran ingresados los enfermos terminales de cáncer, pues bien la historia comienza a raíz que ingresan a una señora con dicha enfermedad y su hija era la que pasaba la mayor parte del tiempo con ella.
Una tarde estando la hija con su madre en la habitación le comenta a su madre que va a bajar a la cafetería del hospital a tomar un café y que enseguida subía, esta se dirige por el pasillo hacia los ascensores cuando al pasar por la habitación de al lado de su madre ve a una anciana en muy mal estado llena de tubos, la mujer siente una pena bastante grande por aquella señora y entra en la habitación. La anciana estaba completamente sola y la mujer empieza a hablar con ella: ¿Qué tal está? Le pregunta, la anciana hace una mueca con la cara a modo de sonrisa y le comenta que se encuentra muy mal. La mujer le pregunta por su familia y esta le contesta que no tiene familia, que está sola, a lo que la mujer le responde: pues no s e preocupe que como yo estoy aquí con mi madre yo vendré todos los día a verla. A continuación la mujer se despide de la señora y sigue su camino hacia la cafetería.
Tras haber tomado el café y antes de subir a la habitación de su madre esta hace una parada en la capilla, en la cual habían una gran cantidad de ramos de flores en agradecimiento a la virgen, la mujer se acerca a uno de los ramos y toma un clavel rojo, cuando se dispone a salir de la capilla se cruza con una monja que le reprocha el haberle quitado una flor a la virgen, a lo que la mujer le responde que ella no está robando nada y que la flor que ha cogido es para una señora que no tiene familia y que se encuentra hospitalizada con cáncer terminal.
Una vez que lega a la habitación de la anciana entra y le dice que le regala esa flor para que le haga compañía mientras que ella no pueda estar a su lado, y vuelve a despedirse pero esta vez hasta el día siguiente, ya que su madre llevaba un buen rato sola.
Ya entrada la noche cuando la mujer se disponía a dar una cabezada en esos incómodos sillones del hospital, entre sueños ve pasar a la anciana andando y que al llegar a la altura de la puerta de la habitación le hace una señal con la mano, agitándola, diciéndole adiós, y siguió su camino pero hacia la ventana del final del pasillo. Cuando la mujer ve esto sale a correr tras la anciana y sale al pasillo en el que no hay nadie.
Un poco asustada acudió al mostrador de las enfermeras y le comentó a las que estaban de guardia lo que había sucedido, las enfermeras se miraron. Le dijeron a la mujer que esa habitación en la que ella decía que había estado con la anciana llevaba cerrada varios días y con llaves. La mujer se puso pesada para que abrieran la puerta de la habitación y cual fue la sorpresa de la mujer y las dos enfermeras al ver encima de la mesita de noche que hay junto a la cama el clavel que la mujer juraba y perjuraba había dejado allí horas antes.
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LEYENDAS
miércoles, 25 de marzo de 2009
GUSANO DEL OJO O LOA LOA
El Loa loa es un gusano nematodo y parásito de África central y occidental, causante de la filariasis (llamada también loiasis, edema de Calabar y gusano del ojo africano) de piel y del ojo, transmitidas a través de las moscas conocidas como tábanos
El Loa loa es un gusano nemátodo y parásito de África central y occidental, causante de la filariasis (llamada también loiasis, edema de Calabar y gusano del ojo africano) de piel y del ojo, transmitidas a través de las moscas conocidas como tábanos.
SI NO TENEIS ESTOMAGO NO HACER CLICK EN ESTE VIDEO:
Su ciclo de vida comienza en dos especies diferentes de moscas que se alimentan de la sangre humana (más conocidos como tábanos). Ahí, en la trompa de las moscas, se encuentra el loa loa. Cuando una de estas moscas pica a un ser humano, no sólo se lleva consigo un poco de sangre sino que a cambio le deja un pequeño regalito en la piel: Larvas de loa loa. Estas larvas se introducen bajo la piel a través de la herida que ha provocado la mosca para alimentarse y permanece en el tejido subcutáneo. Ahí comenzará a crecer, hasta convertirse en un individuo adulto sin ninguna manifestación clínica.
Las dimensiones que pueden llegar a alcanzar los individuos adultos son de 7 cm. de longitud y 0´5 mm. de diámetro y pueden permanecer hasta 17 años en una persona. Pueden pasar meses o incluso varios años desde la infección hasta que el individuo se convierte en adulto y comienza a mostrar algún tipo de señal. Se desplazan a través de los tejidos a una velocidad de 60 cm. por hora, algo necesario para que las hembras y los machos puedan encontrarse en algún punto de la persona y tener descendencia, las microfilarias. Éstas pasarán al torrente sanguíneo a través de los capilares siguiendo una rutina diaria que es justamente la misma en la que los tábanos pican a las personas para alimentarse.
Además de su paseo de cuando en cuando por los ojos, puede producir picor en las zonas de la piel por donde va migrando o si llega a un punto muy sensible provocar dolor. También pueden ocurrir inflamaciones e hinchazones bajo la piel y dolor muscular. No hay ninguna zona del cuerpo humano que se libre de la ruta de paso del loa loa, puede llegar a los testículos, la vagina, al corazón e incluso al cerebro. En aquellos individuos con la piel más delgada, puede incluso observarse el gusano y como se va moviendo bajo ésta.
Su ciclo de vida comienza en dos especies diferentes de moscas que se alimentan de la sangre humana (más conocidos como tábanos). Ahí, en la trompa de las moscas, se encuentra el loa loa. Cuando una de estas moscas pica a un ser humano, no sólo se lleva consigo un poco de sangre sino que a cambio le deja un pequeño regalito en la piel: Larvas de loa loa. Estas larvas se introducen bajo la piel a través de la herida que ha provocado la mosca para alimentarse y permanece en el tejido subcutáneo. Ahí comenzará a crecer, hasta convertirse en un individuo adulto sin ninguna manifestación clínica.
Las dimensiones que pueden llegar a alcanzar los individuos adultos son de 7 cm. de longitud y 0´5 mm. de diámetro y pueden permanecer hasta 17 años en una persona. Pueden pasar meses o incluso varios años desde la infección hasta que el individuo se convierte en adulto y comienza a mostrar algún tipo de señal. Se desplazan a través de los tejidos a una velocidad de 60 cm. por hora, algo necesario para que las hembras y los machos puedan encontrarse en algún punto de la persona y tener descendencia, las microfilarias. Éstas pasarán al torrente sanguíneo a través de los capilares siguiendo una rutina diaria que es justamente la misma en la que los tábanos pican a las personas para alimentarse.
Además de su paseo de cuando en cuando por los ojos, puede producir picor en las zonas de la piel por donde va migrando o si llega a un punto muy sensible provocar dolor. También pueden ocurrir inflamaciones e hinchazones bajo la piel y dolor muscular. No hay ninguna zona del cuerpo humano que se libre de la ruta de paso del loa loa, puede llegar a los testículos, la vagina, al corazón e incluso al cerebro. En aquellos individuos con la piel más delgada, puede incluso observarse el gusano y como se va moviendo bajo ésta.
SI NO TENEIS ESTOMAGO NO VER ESTE VIDEO:
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CURIOSIDADES
lunes, 23 de marzo de 2009
JUGUETES SEXUALES
No os podéis imaginar lo que la gente es capaz de introducirse en sus partes intimas como juguetes sexuales.
Un día llegó a urgencias un señor de unos 55 años que se había introducido en el ano una bola de billar. El hombre llegó con un “amigo” al mostrador y explicó lo sucedido. Yo no estaba pero puedo visualizar perfectamente la cara de mi compañera cuando escuchó semejante historia.
El pobre médico se tubo que armar de valor y ponerse los guantes con 2kilos y medio de vaselina para introducir su mano en el ano y extraerle “la bola negra”. Según me han contado los gritos del paciente y del Dr se oyeron hasta en la finca de enfrente.
Imagino que tras esta experiencia el señor no volvería a realizar estas prácticas.
Una vez el paciente se fue, hubo cachondeito con esta historia por todo el hospital...La verdad es que una vez pasan este tipo de anécdotas nos estamos riendo de ellas durante un mes pero en ese momento lo pasas mal viendo como sufren más que nada de vergüenza.
También he oído por ahí un caso de un señor que se introdujo un pepino y dijo que es que estaba casualmente el pepino encima de la silla y al sentarse en ella se le coló por el ano...te dan cada escusa.
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HISTORIAS ENFERMERAS
sábado, 21 de marzo de 2009
CANCION DEL MIR
Esta canción va circulando por Internet entre médicos residentes. Utilizando la canción de Alejamdro Sanz “Corazón Partío”, Fernando de Teresa, director de la academia MIR del Colegio de Médicos de Granada cuenta las aventuras de un MIR estrenándose en la práctica asistencial.
Es muy buena.
Ya lo ves,
hoy es día tres,
tengo un nudo en el cardias,
es mi primera guardia
de hospital.
He estudiado teoría pero creo que no bastará,
en la realidad no he tratado aún ningún enfermo de verdad.
Qué maravilla si pudiera ser
que el enfermo viniera tipo test…
Llega el momento en que las piernas no siento,
tengo al primer cliente enfrente ya…
Con dolor como un nudo que no calma en zona precordial,
tiene cincuenta y dos,
se llama Ruiz Marcial, es hipertenso y fumador…
Le he puesto el busca al de Cardiología
y me ha dicho el capullo que es cosa mía…
¿Quién le va a auscultar los dos riñones?
¿Quién le va a poner bien las derivaciones?
¿Quién le va a sacar una gasometría?
¿Dónde hay que pincharle para coger la vía?
¿Quién me interpretará qué pasa en el electro?
Si no hay onda Q seguro que no acierto…
Pero si tú no estás, especialista mío,
¿quién le va a curar el corazón al tío?
Ya lo ves,
vaya día tres,
me está dando el agobio,
se me está echando encima el hospital…
Se ha tomado una aspirina, pero creo que no bastará,
en la realidad, no he curado aún ningún paciente de verdad.
Qué maravilla si pudiera ser
que el paciente viniera tipo test…
No recuerdo bien, tiene guasa,
cuando hay que pincharle la estreptoquinasa…
Si necesitara un calambrazo urgente,
¿dónde hay un enchufe para la corriente?
Yo sólo sé que debo darle una aspirina
y pasarle en vena nitroglicerina.
Pero si tú no estás, especialista mío,
¿quién le va a curar el corazón al tío?
¿Quién le va a auscultar los dos riñones?
¿Quién le va a poner bien las derivaciones?
¿Quién le va a sacar una gasometría?
¿Dónde hay que pincharle para coger la vía?
¿Quién me interpretará qué pasa en el electro?
Si no hay onda Q seguro que no acierto…
Pero si tú no estás, especialista mío,
¿quién le va a curar el corazón al tío?
No recuerdo bien, tiene guasa,
cuando hay que pincharle la estreptoquinasa…
Si necesitara un calambrazo urgente,
¿dónde hay un enchufe para la corriente?
Yo sólo sé que debo darle una aspirina
y pasarle en vena nitroglicerina.
Pero si tú no estás, especialista mío,
¿quién le va a curar el corazón al tío?
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CURIOSIDADES
jueves, 19 de marzo de 2009
LANZA A FAVOR DE LOS ESTUDIANTES
Tengo ahora mismo dos estudiantes de primer curso en mi planta para hacer las prácticas. Los dos son más o menos buenos estudiantes y aunque están en primer curso sobre todo a ella se la ve valentona para hacer las cosas.
Hoy había que ir a coger tres vías para que fueran los pacientes preparados para ir a quirófano y he ido con la estudiante para que practicara a coger vías. Pues sólo uno de los pacientes ha dejado que la estudiante le pinchara...los otros dos con buenas palabras han dicho que preferían que les pinchara yo.Y claro...el cliente manda...aunque me parece muy injusto y en muchas ocasiones doy la cara por ellos.
He de decir que todos hemos sido novatos y sino fuera por la gente que ha aceptado el que les pincháramos o curáramos en nuestros comienzos hoy en día no existirian profesionales y especialistas sanitarios.
Lo mismo ocurre con un fontanero o un electricista, sino practicaran jamás serían buenos profesionales. Y reconozco que no es lo mismo poner un grifo que nadie siente dolor que el que te pinchen; pero señores hay que tener confianza en las promociones venideras y darles un poco de apoyo a los novatos. Lo que no se puede hacer es negarles que quieran aprender!!
Hoy la estudiante creo que se ha ido con el orgullo herido, y a esas edades que crees que te vas a comer el mundo, el que hagan un comentario así duele y más aun en nuestra profesión que cuando haces algo bien haces tanto bien que no cabes dentro de ti de satisfacción.
A mis 28 años aun me pasa algún caso como el que os he contado, quizás porque aparento menos edad, y he aprendido a que esas cosas no me afecten. Pero recuerdo que cuando hice las prácticas en el ambulatorio y tenía que realizar extracciones de sangre me ocurría constantemente y sinceramente no es plato de buen gusto, pasaba mucha vergüenza. Yo soy una persona responsable antes y ahora y sabía perfectamente cuales eran mis limitaciones y si a la hora de la extracción de sangre no lo tenía claro yo no la realizaba, directamente se lo decía a mi enfermera-compañera-tutora.
La próxima vez que os tengáis que hacer una analítica pensar en todo esto que os he comentado.
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HISTORIAS ENFERMERAS
domingo, 15 de marzo de 2009
PROTESIS DE PENE
Habéis visto alguna vez una?
Yo tube ingresado a un hombre portador de semejante artilugio. Al principio no lo sabíamos pero las auxiliares cuando iban a lavarlo comentaban que siempre estaba en semierección.
Comentandolo un día con su médico nos dijo que nos estábamos equivocando y que no pensáramos que el hombre era un perbertido por su semierección en nuestra presencia sino que era portador de una prótesis de pene y las prótesis de pene son así.
Un día me tocó entrar a mi por que la esposa avisó de que sangraba por el pene, fue mi primera vez, yo aun no lo había visto y eso que tenía curiosidad profesional por saber si existían diferencias notables. Cogí una compresa para limpiarle la sangre y claro tube que tocar el miembro. Es algo tan artificial que daba un poco de repelus y estando en reposo el miembro presentaba tal dureza que llegué a imaginarme lo que debe doler mantener relaciones sexules con semejante artilugio.
No quiero que nadie se sienta ofendido, este tipo de prótesis no es para alargar o engrandecer el pene para sentirse más macho sino que se ponen tras sufrir un problema mucho más importante.
Si queréis más información pinchar aquí:
http://www.saludalia.com/Saludalia/web_saludalia/tu_salud/doc/hombre/doc/protesis.html
Y si queréis ver el funcionamiento...
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HISTORIAS ENFERMERAS
sábado, 14 de marzo de 2009
LA PLANCHADA.2ª PARTE
Después de un tiempo, comenzaron a suceder hechos extraños, como que una mañana un paciente que estaba grave amaneció muy bien, y le dijo a la enfermera:
-Gracias por sus cuidados, la medicación que me dio me mejoró mucho.
Sin embargo, la enfermera no había ido en la madrugada.
En otra ocasión, una paciente también mencionó que una enfermera vestida con ropa muy bien almidonada había ido durante la noche a darle unas pastillas.
Así comenzaron a ser comunes las narraciones de las visitas de la fantasmal enfermera a quien llamaron desde entonces "La Planchada". El personal del hospital se familiarizó con las apariciones de Eulalia, quien en las noches circulaba por los pasillos y entraba a los cuartos.
El día de hoy todavía sigue escuchándose de vez en cuando que alguien comenta sobre una visita de la enfermera, con su vestido largo, blanco y perfectamente almidonado y esto no ha sido solo en el Hospital Juárez, sino en otros nosocomios de la Ciudad de México.
Algunos de los empleados del Hospital aseguran haber sido testigos de la aparición del fantasma.
Tal es el caso de la enfermera Romy del Rayo, quien narra lo sucedido en una ocasión cuando llegó a su trabajo para cubrir la guardia nocturna y, como todos los días, revisó que sus pacientes, antes de dormir, se hubieran tomado sus medicamentos.
Todo parecía ir bien, sin embargo, fue a administrar una inyencción a un paciente y éste le dijo: "Oiga señorita, ¿cómo que me van a poner otra vez la inyección?"
Ella respondió: "Pero si yo no le he puesto nada. A ver, dése la vuelta".
A lo que el hombre replicó: "Le digo que ya me la puso, mire aquí tengo el pinchazo y ahí está la botellita, mire".
Romy pensó que esa noche había dos enfermeras de guardia, pero no era así. El incidente se repitió con otro de los pacientes y fue en ese momento cuando empezó a cuestionar a ambas personas, quienes aseguraron que una enfermera desconocida los había asistido.
Se trata de una mujer de apariencia joven, con bata larga y cofia blanca. Su atuendo llama la atención, pues corresponde a los que usaban las enfermeras de principios del siglo XX, además de estar perfectamente almidonado y planchado, de ahí su nombre de La Planchada. La enfermera parece estar flotando en el aire, pues nadie ha visto sus tobillos ni pies; además, su rostro siempre lo tiene hacia un lado o cubierto por un velo.
"No es un espíritu malo -dicen los pacientes-, sino una persona que pone atención especial con los enfermos graves y que ayuda a las enfermeras cuando se quedan dormidas por el cansancio, La Planchada aparece para sustituirlas".
Pero el de la enfermera no es el único espíritu que deambula por el nosocomio, pues también se aparecen dos niños. Para llegar a los dormitorios es necesario cruzar el jardín central, lugar por donde los empleados pasan con sigilo y rapidez, ya que temen la aparición del fantasma de una niña rubia, jugando a carcajadas con el agua.
"Esto no es un cuento -dice Romy-, yo la he visto, está peinada con bucles y porta un traje de estilo colonial, tiene como ocho o diez años. Se ve inofensiva, pero su risa me da miedo, además de que te observa fijamente".
La otra aparición es de un niño no mayor de seis años de edad que corre y juega por los pasillos. Cuando es visto, los pacientes le llaman la atención y las enfermeras lo buscan para pedirle guardar silencio y acompañarlo con sus familiares, pero la sorpresa es que cuando creen alcanzarlo desaparece.
Tanto las razones por las que se aparecen estos fantasmas, como sus identidades se desconocen hasta ahora y no se sabe quién podría proporcionar información al respecto.
-Gracias por sus cuidados, la medicación que me dio me mejoró mucho.
Sin embargo, la enfermera no había ido en la madrugada.
En otra ocasión, una paciente también mencionó que una enfermera vestida con ropa muy bien almidonada había ido durante la noche a darle unas pastillas.
Así comenzaron a ser comunes las narraciones de las visitas de la fantasmal enfermera a quien llamaron desde entonces "La Planchada". El personal del hospital se familiarizó con las apariciones de Eulalia, quien en las noches circulaba por los pasillos y entraba a los cuartos.
El día de hoy todavía sigue escuchándose de vez en cuando que alguien comenta sobre una visita de la enfermera, con su vestido largo, blanco y perfectamente almidonado y esto no ha sido solo en el Hospital Juárez, sino en otros nosocomios de la Ciudad de México.
Algunos de los empleados del Hospital aseguran haber sido testigos de la aparición del fantasma.
Tal es el caso de la enfermera Romy del Rayo, quien narra lo sucedido en una ocasión cuando llegó a su trabajo para cubrir la guardia nocturna y, como todos los días, revisó que sus pacientes, antes de dormir, se hubieran tomado sus medicamentos.
Todo parecía ir bien, sin embargo, fue a administrar una inyencción a un paciente y éste le dijo: "Oiga señorita, ¿cómo que me van a poner otra vez la inyección?"
Ella respondió: "Pero si yo no le he puesto nada. A ver, dése la vuelta".
A lo que el hombre replicó: "Le digo que ya me la puso, mire aquí tengo el pinchazo y ahí está la botellita, mire".
Romy pensó que esa noche había dos enfermeras de guardia, pero no era así. El incidente se repitió con otro de los pacientes y fue en ese momento cuando empezó a cuestionar a ambas personas, quienes aseguraron que una enfermera desconocida los había asistido.
Se trata de una mujer de apariencia joven, con bata larga y cofia blanca. Su atuendo llama la atención, pues corresponde a los que usaban las enfermeras de principios del siglo XX, además de estar perfectamente almidonado y planchado, de ahí su nombre de La Planchada. La enfermera parece estar flotando en el aire, pues nadie ha visto sus tobillos ni pies; además, su rostro siempre lo tiene hacia un lado o cubierto por un velo.
"No es un espíritu malo -dicen los pacientes-, sino una persona que pone atención especial con los enfermos graves y que ayuda a las enfermeras cuando se quedan dormidas por el cansancio, La Planchada aparece para sustituirlas".
Pero el de la enfermera no es el único espíritu que deambula por el nosocomio, pues también se aparecen dos niños. Para llegar a los dormitorios es necesario cruzar el jardín central, lugar por donde los empleados pasan con sigilo y rapidez, ya que temen la aparición del fantasma de una niña rubia, jugando a carcajadas con el agua.
"Esto no es un cuento -dice Romy-, yo la he visto, está peinada con bucles y porta un traje de estilo colonial, tiene como ocho o diez años. Se ve inofensiva, pero su risa me da miedo, además de que te observa fijamente".
La otra aparición es de un niño no mayor de seis años de edad que corre y juega por los pasillos. Cuando es visto, los pacientes le llaman la atención y las enfermeras lo buscan para pedirle guardar silencio y acompañarlo con sus familiares, pero la sorpresa es que cuando creen alcanzarlo desaparece.
Tanto las razones por las que se aparecen estos fantasmas, como sus identidades se desconocen hasta ahora y no se sabe quién podría proporcionar información al respecto.
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LEYENDAS
jueves, 12 de marzo de 2009
LA PLANCHADA.1ª PARTE
-Tomado de: http://www.efrenrubio.com/leyendas.html
Esta leyenda fue de las más populares del siglo XX, también es conocida como "La Enfermera Visitante", evoca muchas narraciones misteriosas ocurridos en el Hospital Juárez, el Centro México, además de clínicas y centros de salud de la Ciudad de México y sus alrededores.
Una de las versiones de cómo ocurrieron los hechos que dieron origen a la leyenda narra que una enfermera de nombre Eulalia entró a formar parte del personal de un hospital civil, y en poco tiempo se ganó la simpatía y el afecto del personal médico y administrativo.
La joven enfermera era de buena presencia, y vestía su ropa siempre con una blancura impecable, y muy bien almidonada y planchada.
Era entregada a su vocación por atender a los pacientes, en una ocasión el Director del hospital llamó al personal porque iba a presentar a un médico de nuevo, pero sin embargo ella no acudió al llamado porque se encontraba atendiendo a un paciente.
El médico recién llegado se llamaba Joaquín, era joven y después de un corto tiempo en el hospital se rumoreaba que era orgulloso y envanecido. Cierto día se le encomendó a la enfermera Eulalia que auxiliara al Doctor Joaquín, quien iba a extraer una bala a un paciente que llegaba de urgencia.
Dicen que Eulalia quedó impactada al conocer al Doctor Joaquín, y que después de colaborar con el mencionado médico no dejaba de hablar de sus ojos y de lo bien parecido que era. A pesar de que muchas personas le recomendaron que no se enamorara del galeno, en poco tiempo se hicieron novios, aunque la relación no era equitativa: ella le entregaba todo su amor y él era fanfarrón, y coqueteaba con otras enfermeras.
Pasaron meses e incluso más de un año, y el Doctor Joaquín le dijo que se casarían. Ella se emocionó mucho y comenzó a ilusionarse con la boda.
Un día, él le pidió que le guardara un traje de etiqueta porque iba a ir a una elegante recepción al día siguiente. Ella accedió, y así al otro día el la visitó en su casa, donde se cambió y al terminar conversaron un rato. Eulalia le comentó que había olvidado mencionarle que a la mañana siguiente iba a salir temprano de viaje pues tenía un seminario al norte del país que duraría 15 días.
A la enfermera Eulalia le extrañó un poco que no le hubiera mencionado nada Joaquín acerca del viaje con anterioridad, pero le deseó buen viaje y se despidió del él.
A la semana, ella ya lo extrañaba mucho, y un enfermero del hospital conversó con ella y le confesó que tenía interés de que ella lo acompañara a una fiesta, pero ella le dijo que no podía hacerlo, pues estaba comprometida con el Doctor Joaquín, a lo que él le respondió que cómo iban a estar comprometidos si él se acababa de casar y estaba en su viaje de bodas, además que había renunciado a su trabajo y se iba de la ciudad.
La enfermera Eulalia no pudo evitar sumarse en una profunda depresión por el engaño en el que había sido víctima. Dicen que comenzó a llegar tarde al trabajo, descuidó a algunos enfermos, e incluso hay quienes mencionan que se le llegaron a morir por su desatención.
Pasó el tiempo, y ella cayó en cama por una enfermedad que la llevó más tarde a la tumba, en el mismo hospital donde trabajaba.
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LEYENDAS
miércoles, 11 de marzo de 2009
QUEMADOS
El otro día os conté que de todo lo que he visto lo más increíble fue un parto.
Hoy os voy a contar que fue lo más desagradable.
Yo estaba en 2º de carrera y me tocó hacer prácticas en la Unidad de Quemados, en general debo decir que es un servicio donde disfruté muchisimo y aprendí muchas cosas...entre esas cosas descubrí que soy lo sufucientemente fuerte para poder dedicarme a este trabajo.
El primer día que llegamos allí (una amiga de clase y yo) lo primero que nos dijeron los enfermeros que allí trabajaban es que no era un buen día para empezar las prácticas en ese servicio puesto que íbamos a presenciar una cura de una chica que estaba en intensivos y que iba a ser una situación muy desagradable...Y que razón tenían...
Mi compañera y yo al decirnos eso estábamos un poco asustadas de no saber lo que realmente íbamos a ver.
Llegó la chica de intensivos toda vendada...absolutamente todo el cuerpo. Mi amiga y yo nos mantuvimos algo alejadas porque no queríamos ser una molestia para la gente que estaba allí atendiéndola. En el ambiente se podía observar la angustia y el nerviosismo de médicos y personal enfermero.
Cuando terminaron de quitarle las vendas pudimos apreciar que era una chica tan joven como nosotras..es decir una niña. Presentaba más del 80% de su cuerpo quemado. La única parte que no tenía quemada era la cara y los pechos.
Mientras, pensaba que podríamos ser una de nosotras por la edad y me preguntaba que le habría pasado para quemarse todo el cuerpo. Miré a mi compañera y vi que estaba blanca blanca , pero es que yo debía estar igual porque note que empezaba a marearme...Gracias a dios ninguna de las dos nos desmallamos. Nos armamos de valor y cuando empezaron a hacerle la cura en la bañera (que consiste en lavarla toda con estropajos) nos acercamos y ayudamos en la medida que pudimos.
La cura terminó y nos contaron que fue un accidente de coche, iban en él ella y el novio. El novio no llegó a realizarse la cura ese día porque falleció y ella creo recordar que duró una semana más que él.
Nunca olvidaré la imagen de la chica intubada y sin vendas.
Allí en Quemados vi otras situaciones muy dificiles de digerir como una chica que intentó suicidarse pinchándose en vena lejía y lo único que consiguió fue una quemadura importante en el brazo y el susto de que casi le tienen que amputar el brazo.
Otro caso fue un electricista que tocando los cables sin quitar la luz le entro la corriente por las manos y le salió por el pene..con lo que os podéis imaginar que lo que se quemo fueron ambas manos y la punta del pene. Se recuperó sin problemas...pero las curas fueron bastante dolorosas.
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lunes, 9 de marzo de 2009
UN ULTIMO SUSPIRO
Historia contada por Isabel.
Tuvimos ingresada una abuelita encantadora con la que hicimos mucha amistad, muchos días si veía que no teníamos mucho trabajo se metía en el control con nosotras y nos contaba sus historias de cuando era joven.
Un día me dijo: “Isabel, esta noche va a ser la última, se que voy a morirme. Te voy a pedir el favor de que poco antes de que ocurra avises a mis hijos.”
Yo no se lo tomé muy encuenta e intente quitarle importancia diciéndole que no dijera cosas absurdas, le dije que de su enfermedad actual nadie se moría y que a ella aún le quedaban muchos años para contarnos sus batallitas.
A las 3 de la mañana suena su timbre...y como yo me había quedado con la mosca detrás de la oreja me acerque corriendo. Efectivamente mis peores temores eran realidad, estaba en parada. Avisé al médico, fui a por el carro de paradas y mientras tanto mi compañera avisaba a los hijos.
No pudimos hacer nada por ella y tras varios intentos de reanimarla el ECG salió plano. Los hijos llegaron lo más rápido que pudieron y cuando se acercaron a la cama y la cogieron de la mano, vuelvo a repetir que el ECG ya era plano, la abuelita se incorporó de la cama, abrió los ojos y dijo: “MIS HIJOS”
Aún pudo guardar un último suspiro para acordarse de sus hijos.
Ellos se sintieron dentro de lo que cabe felices por haber visto un segundo con vida a su madre, pero nosotras casi entramos en parada del susto.
Tuvimos ingresada una abuelita encantadora con la que hicimos mucha amistad, muchos días si veía que no teníamos mucho trabajo se metía en el control con nosotras y nos contaba sus historias de cuando era joven.
Un día me dijo: “Isabel, esta noche va a ser la última, se que voy a morirme. Te voy a pedir el favor de que poco antes de que ocurra avises a mis hijos.”
Yo no se lo tomé muy encuenta e intente quitarle importancia diciéndole que no dijera cosas absurdas, le dije que de su enfermedad actual nadie se moría y que a ella aún le quedaban muchos años para contarnos sus batallitas.
A las 3 de la mañana suena su timbre...y como yo me había quedado con la mosca detrás de la oreja me acerque corriendo. Efectivamente mis peores temores eran realidad, estaba en parada. Avisé al médico, fui a por el carro de paradas y mientras tanto mi compañera avisaba a los hijos.
No pudimos hacer nada por ella y tras varios intentos de reanimarla el ECG salió plano. Los hijos llegaron lo más rápido que pudieron y cuando se acercaron a la cama y la cogieron de la mano, vuelvo a repetir que el ECG ya era plano, la abuelita se incorporó de la cama, abrió los ojos y dijo: “MIS HIJOS”
Aún pudo guardar un último suspiro para acordarse de sus hijos.
Ellos se sintieron dentro de lo que cabe felices por haber visto un segundo con vida a su madre, pero nosotras casi entramos en parada del susto.
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HISTORIAS ENFERMERAS
viernes, 6 de marzo de 2009
UN POCO GORE
Este caso le pasó a unas compañeras de mi servicio no hace mucha...fue este verano pasado.
Ingresó una mujer a la que se le diagnóstico una Anemia severa, el Dr. decidió dejarla ingresada para transfundirle sangre y realizarle varias pruebas para buscar las causas de su anemia.
Estuvo varios días ingresada y no debía tener familia porque no recibía ninguna visita.
Un noche, como la mujer estaba sola, mis compañeras entraron un par de veces a la habitación para controlarle el gotero y la mujer estaba dormida tan tranquila, todo estaba correcto.
Llegaron las 6 de la mañana, hora de la medicación, entro una de mis compañeras y la imagen que se encontró parecía sacada de una película de Quentin Tarantino. Salió de la habitación blanca, sin poder explicar a sus compañeras lo que había presenciado. Entraron el resto de las chicas, ella se quedo en el pasillo agachada intentando reponerse y respirando profundamente. Lo que se encontraron fue a la pobre mujer toda envuelta en un charco de sangre y como es poco escandalosa.... Se ahogó en su propio vómito de sangre intentando coger el timbre para avisar y pedir auxilio. Poneros por un momento en esa situación...no quiero ni pensar como se sentiría la mujer en sus últimos momentos.
Ese día yo les di el cambio de turno y no llegué a ver la escena pero con ver las caras de mis compañeras tube suficiente. Se que se pasaron días sin dormir sufriendo pesadillas espantosas.
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jueves, 5 de marzo de 2009
2ªPARTE.LA DAMA DE ROSA
Cuando empezaron a sucederse estas historias un periódico publicó :“El fantasma de la Consellería, fruto de la imaginación de un guarda jurado que escribe novelas de terror".
El guardia de seguridad es José Antonio C. y según dicen por internet es una persona completamente normal y por supuesto no se dedica escribir novelas de terror. Cuando todo esto pasó, él fue el primero en querer ocultarlo y evitar que este asunto trascendiera.
José Antonio C. contó que hacía sólo una semana que su agencia le había encargado la vigilancia nocturna del edificio, aunque él era ya un experimentado guarda. Entre otras cosas, su función consistía en ir cerrando las ventanas de los despachos y comprobar que ningún funcionario se hubiera dejado alguna luz encendida antes de abandonar el recinto. Tenía la costumbre de hacer la ronda a oscuras tan sólo alumbrándose con una linterna pues, según él, así se veía mejor si algún ordenador, fax o fotocopiadora había quedado conectado e inmediatamente ocuparse en apagarlos. Fue entonces cuando, paseando por la tercera planta (de las cuatro que hay en total) y aún a oscuras, sintió, como si algo se le echase encima, según sus palabras "una especie de sensación, una fuerza o algo así, pero sólida." Parece que aquella "sensación" no se conformó con pasar a través de él una sola vez, y se repitió al menos dos veces más. Asustado por la experiencia, decidió bajar inmediatamente donde hubiera luz, a la última planta, e intentó tranquilizarse buscando una explicación que justificara su extraña vivencia. En el momento en que estaba absorto en estos pensamientos, oyó como el ascensor, que se hallaba en un piso superior, se ponía en marcha y paraba, para el asombro de José Antonio C., en la sala de recepción, donde él se hallaba, abriéndose la puerta y no encontrándose nadie en su interior (recordemos que para entonces, no quedaba nadie en el edificio, excepto José Antonio C.), entonces decidió salir fuera y quedarse en la puerta hasta que amaneciera y se le relevara de su turno, eso sí, sin abandonar su puesto. La noche siguiente no fue mucho mejor, sacando fuerzas de cualquier parte, volvió a enfrentarse a su situación. Sucedieron entonces otros pequeños episodios. Procuró hacer la ronda, en esta ocasión con todas las luces encendidas y antes de que el jefe de mantenimiento y los de limpieza se marcharan. Cuando terminó y todo el personal se hubo ido, empezó a oír una especie de golpes que provenían de lo que supuso era la tercera o cuarta planta. Según cuenta, los golpes eran fuertes y como intencionados, parecían reclamar su atención, pero con el miedo y en vistas de que debía permanecer allí hasta el amanecer, decidió sumergirse en la lectura de un libro y procurar olvidarse del asunto, no sin echar de vez en cuando, tímidos vistazos hacia el ascensor. Otro día cuando todos se marcharon, él, como en noches precedentes, ya había realizado su ronda, cuando nuevamente se volvieron a producir los ya conocidos golpes pero esta vez acompañados de lo que parecían ser "llantos de niño" . Esta vez su miedo ya fue considerable, pero no tanto como cuando vio deslizarse por las escaleras, momentos después, lo que parecía una sombra casi antropomorfa que se dirigía hacia él, tenía el aspecto de una nube muy concentrada y según refirió "era una cosa inteligente".
Alarmas que se disparaban solas y volvían a apagarse sin ningún motivo o bien teléfonos que sonaban constantemente a horas tan intempestivas y a las que nadie contestaba, cambios bruscos de temperatura, etc.son hechos que han pasado en este edificio.
El tema es que la visión de este supuesto fantasma nunca se pudo demostrar. El parapsicólogo Jesús Genaro realizó una ardua investigación en los pasillos y salas de la antigua clínica de maternidad. Las grabaciones de vídeo, los aparatos de rayos infrarrojos para captar psicoimágenes, los detectores de aire y movimiento y las psicofonías dieron un resultado negativo.
El guardia de seguridad es José Antonio C. y según dicen por internet es una persona completamente normal y por supuesto no se dedica escribir novelas de terror. Cuando todo esto pasó, él fue el primero en querer ocultarlo y evitar que este asunto trascendiera.
José Antonio C. contó que hacía sólo una semana que su agencia le había encargado la vigilancia nocturna del edificio, aunque él era ya un experimentado guarda. Entre otras cosas, su función consistía en ir cerrando las ventanas de los despachos y comprobar que ningún funcionario se hubiera dejado alguna luz encendida antes de abandonar el recinto. Tenía la costumbre de hacer la ronda a oscuras tan sólo alumbrándose con una linterna pues, según él, así se veía mejor si algún ordenador, fax o fotocopiadora había quedado conectado e inmediatamente ocuparse en apagarlos. Fue entonces cuando, paseando por la tercera planta (de las cuatro que hay en total) y aún a oscuras, sintió, como si algo se le echase encima, según sus palabras "una especie de sensación, una fuerza o algo así, pero sólida." Parece que aquella "sensación" no se conformó con pasar a través de él una sola vez, y se repitió al menos dos veces más. Asustado por la experiencia, decidió bajar inmediatamente donde hubiera luz, a la última planta, e intentó tranquilizarse buscando una explicación que justificara su extraña vivencia. En el momento en que estaba absorto en estos pensamientos, oyó como el ascensor, que se hallaba en un piso superior, se ponía en marcha y paraba, para el asombro de José Antonio C., en la sala de recepción, donde él se hallaba, abriéndose la puerta y no encontrándose nadie en su interior (recordemos que para entonces, no quedaba nadie en el edificio, excepto José Antonio C.), entonces decidió salir fuera y quedarse en la puerta hasta que amaneciera y se le relevara de su turno, eso sí, sin abandonar su puesto. La noche siguiente no fue mucho mejor, sacando fuerzas de cualquier parte, volvió a enfrentarse a su situación. Sucedieron entonces otros pequeños episodios. Procuró hacer la ronda, en esta ocasión con todas las luces encendidas y antes de que el jefe de mantenimiento y los de limpieza se marcharan. Cuando terminó y todo el personal se hubo ido, empezó a oír una especie de golpes que provenían de lo que supuso era la tercera o cuarta planta. Según cuenta, los golpes eran fuertes y como intencionados, parecían reclamar su atención, pero con el miedo y en vistas de que debía permanecer allí hasta el amanecer, decidió sumergirse en la lectura de un libro y procurar olvidarse del asunto, no sin echar de vez en cuando, tímidos vistazos hacia el ascensor. Otro día cuando todos se marcharon, él, como en noches precedentes, ya había realizado su ronda, cuando nuevamente se volvieron a producir los ya conocidos golpes pero esta vez acompañados de lo que parecían ser "llantos de niño" . Esta vez su miedo ya fue considerable, pero no tanto como cuando vio deslizarse por las escaleras, momentos después, lo que parecía una sombra casi antropomorfa que se dirigía hacia él, tenía el aspecto de una nube muy concentrada y según refirió "era una cosa inteligente".
Alarmas que se disparaban solas y volvían a apagarse sin ningún motivo o bien teléfonos que sonaban constantemente a horas tan intempestivas y a las que nadie contestaba, cambios bruscos de temperatura, etc.son hechos que han pasado en este edificio.
El tema es que la visión de este supuesto fantasma nunca se pudo demostrar. El parapsicólogo Jesús Genaro realizó una ardua investigación en los pasillos y salas de la antigua clínica de maternidad. Las grabaciones de vídeo, los aparatos de rayos infrarrojos para captar psicoimágenes, los detectores de aire y movimiento y las psicofonías dieron un resultado negativo.
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LEYENDAS
miércoles, 4 de marzo de 2009
1ªPARTE. HOSPITAL LA CIGÜEÑA.
Os voy a hablar de una leyenda que conocemos todos los valencianos, se trata de la Leyenda de la Dama de Rosa del antigüo Hospital de la Cigüeña, actualmente sede de la Consejería de Bienestar Social.
El periódico de las Provincias divulgó una serie de sucesos paranormales que ocurrieron en una mansión situada en el Paseo de la Alameda. El 22 de Marzo de 1990 publicaron lo siguiente:
“El fantasma de la mujer vestida de rosa se llama Lourdes. La Consejería de Sanidad, que tiene su sede en el edificio de la maternidad llamada antiguamente La Cigueña, está estos días absolutamente revolucionada con el fantasma de la mujer vestida con un camisón rosa que vaga por las noches en busca de su hijo".
Gente que trabajaba allí, sobre todo personal de seguridad, comentaban que se oía el llanto lejano de un niño, un llanto desgarrador y que allí no había nadie más. Lo que si veían era una silueta.
Se rumorea lo siguiente: Una mujer alta, embarazada y vestida con un camisón rosa adornado con lazos en ambos hombros, deambula durante la noche intentando encontrar a un niño que llora en no se sabe dónde. El recorrido de la madre incorpórea finaliza antes de que despunte el alba en una inexistente sala de incubadoras...
Según nos han contado en toda la historia de La Cigüeña como Clínica de Maternidad, únicamente murieron dos mujeres y de esas dos tan sólo una llegó a dar a luz al niño. Al parecer, madre e hijo murieron con pocas horas de diferencia. La mujer era joven y aquel era su primer hijo en el que había puesto toda la ilusión del mundo. Era la esposa de un médico, se llamaba Lourdes y nada hacía sospechar que el parto se complicaría y ambos morirían...¿Será Lourdes la Dama de Rosa?
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LEYENDAS
martes, 3 de marzo de 2009
SEXO EN EL BAÑO
Historia contada por Isabel.
Ya sabéis que en los hospitales publicos pocas veces hay un sólo paciente en la habitación.
Una tarde de las de mucha faena llega un chico joven al control de enfermería preguntando donde podía mantener relaciones sexuales con su mujer que era la que estaba ingresada. Las enfermeras le dicen que no puede mantener relaciones en el hospital con su mujer. Se le comenta que su mujer no está para esos trotes.
El chico insiste en que su mujer esta deacurdo en satisfacerlo y que él necesita sexo a diario, pidió por favor que le habilitáramos alguna habitación para la práctica. Nosotras ya sin dar crédito a lo que nos pedía y con tanta faena le dijimos que era imposible y que nos dejara hacer nuestro trabajo.
Cuando nos dimos cuenta apareció por el pasillo con el colchón a cuestas y salia con la mujer del cuarto de baño comunitario... desde luego que poco respeto nos tiene la gente y la mujer tampoco estaría tan malita!!
Ya sabéis que en los hospitales publicos pocas veces hay un sólo paciente en la habitación.
Una tarde de las de mucha faena llega un chico joven al control de enfermería preguntando donde podía mantener relaciones sexuales con su mujer que era la que estaba ingresada. Las enfermeras le dicen que no puede mantener relaciones en el hospital con su mujer. Se le comenta que su mujer no está para esos trotes.
El chico insiste en que su mujer esta deacurdo en satisfacerlo y que él necesita sexo a diario, pidió por favor que le habilitáramos alguna habitación para la práctica. Nosotras ya sin dar crédito a lo que nos pedía y con tanta faena le dijimos que era imposible y que nos dejara hacer nuestro trabajo.
Cuando nos dimos cuenta apareció por el pasillo con el colchón a cuestas y salia con la mujer del cuarto de baño comunitario... desde luego que poco respeto nos tiene la gente y la mujer tampoco estaría tan malita!!
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HISTORIAS ENFERMERAS
lunes, 2 de marzo de 2009
OBRAR
Para seguir con el tema de hacer las necesidades básicas os voy a contar una pequeña historia que me pasó y me hizo mucha gracia.
Un día, un hombre de unos 60 años llama al timbre y pide que se acerque a la habitación una enfermera.
Me acerco y le pregunto si necesita algo, a lo que el señor me responde que necesita obrar.
-¿Obrar?..pienso..será albañil, pero que necesidad tiene ahora mismo de trabajar...-
Le digo que no se preocupe por obrar ahora, que lo importante es que se ponga bueno. Que no debe pensar en esas cosas que se pone nervioso y que le sube la tensión.
El señor me vuelve a insistir, que no puede aguantar más y que necesita obrar ya.
Y yo sigo pensado- es que querrá hacernos un tabique...ya se!...se ha desorientado el hombre-.
Le empiezo a preguntar para ver si se encontraba centrado: ¿como se llama?, ¿sabe donde está?,¿cuantos años tiene?...el hombre contestaba bien sin ningún problema, pero ya cabreado me dice: SEÑORITA...No creo que sean necesarias tantas preguntas para ponerme el plato y poder cagar!!!!!
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