jueves, 5 de marzo de 2009

2ªPARTE.LA DAMA DE ROSA

Cuando empezaron a sucederse estas historias un periódico publicó :“El fantasma de la Consellería, fruto de la imaginación de un guarda jurado que escribe novelas de terror".
El guardia de seguridad es José Antonio C. y según dicen por internet es una persona completamente normal y por supuesto no se dedica escribir novelas de terror. Cuando todo esto pasó, él fue el primero en querer ocultarlo y evitar que este asunto trascendiera.
José Antonio C. contó que hacía sólo una semana que su agencia le había encargado la vigilancia nocturna del edificio, aunque él era ya un experimentado guarda. Entre otras cosas, su función consistía en ir cerrando las ventanas de los despachos y comprobar que ningún funcionario se hubiera dejado alguna luz encendida antes de abandonar el recinto. Tenía la costumbre de hacer la ronda a oscuras tan sólo alumbrándose con una linterna pues, según él, así se veía mejor si algún ordenador, fax o fotocopiadora había quedado conectado e inmediatamente ocuparse en apagarlos. Fue entonces cuando, paseando por la tercera planta (de las cuatro que hay en total) y aún a oscuras, sintió, como si algo se le echase encima, según sus palabras "una especie de sensación, una fuerza o algo así, pero sólida." Parece que aquella "sensación" no se conformó con pasar a través de él una sola vez, y se repitió al menos dos veces más. Asustado por la experiencia, decidió bajar inmediatamente donde hubiera luz, a la última planta, e intentó tranquilizarse buscando una explicación que justificara su extraña vivencia. En el momento en que estaba absorto en estos pensamientos, oyó como el ascensor, que se hallaba en un piso superior, se ponía en marcha y paraba, para el asombro de José Antonio C., en la sala de recepción, donde él se hallaba, abriéndose la puerta y no encontrándose nadie en su interior (recordemos que para entonces, no quedaba nadie en el edificio, excepto José Antonio C.), entonces decidió salir fuera y quedarse en la puerta hasta que amaneciera y se le relevara de su turno, eso sí, sin abandonar su puesto. La noche siguiente no fue mucho mejor, sacando fuerzas de cualquier parte, volvió a enfrentarse a su situación. Sucedieron entonces otros pequeños episodios. Procuró hacer la ronda, en esta ocasión con todas las luces encendidas y antes de que el jefe de mantenimiento y los de limpieza se marcharan. Cuando terminó y todo el personal se hubo ido, empezó a oír una especie de golpes que provenían de lo que supuso era la tercera o cuarta planta. Según cuenta, los golpes eran fuertes y como intencionados, parecían reclamar su atención, pero con el miedo y en vistas de que debía permanecer allí hasta el amanecer, decidió sumergirse en la lectura de un libro y procurar olvidarse del asunto, no sin echar de vez en cuando, tímidos vistazos hacia el ascensor. Otro día cuando todos se marcharon, él, como en noches precedentes, ya había realizado su ronda, cuando nuevamente se volvieron a producir los ya conocidos golpes pero esta vez acompañados de lo que parecían ser "llantos de niño" . Esta vez su miedo ya fue considerable, pero no tanto como cuando vio deslizarse por las escaleras, momentos después, lo que parecía una sombra casi antropomorfa que se dirigía hacia él, tenía el aspecto de una nube muy concentrada y según refirió "era una cosa inteligente".
Alarmas que se disparaban solas y volvían a apagarse sin ningún motivo o bien teléfonos que sonaban constantemente a horas tan intempestivas y a las que nadie contestaba, cambios bruscos de temperatura, etc.son hechos que han pasado en este edificio.
El tema es que la visión de este supuesto fantasma nunca se pudo demostrar. El parapsicólogo Jesús Genaro realizó una ardua investigación en los pasillos y salas de la antigua clínica de maternidad. Las grabaciones de vídeo, los aparatos de rayos infrarrojos para captar psicoimágenes, los detectores de aire y movimiento y las psicofonías dieron un resultado negativo.

1 comentario:

  1. Lo del ascensor puedo corroborar que era verdad. En mi época el edificio estaba dividido en dos consellerias: Agricultura y Trabajo, (solo separadas por puertas de emergencia). Yo estaba en la de Trabajo y una noche me llamó por telefono el vigilante de la otra empresa que hacia el servicio en la conselleria de Agricultura pidiendome por favor que fuera donde estaba el pues pasaba algo raro. Enseguida acudí y pude ver como el ascensor subía y bajaba solo. Estube haciendo unas rondas con el y lo acompañé hasta la hora de finalizar el servicio, las 07:00 horas.Lo del ascensor, pues eso, que mucha explicación no tenía ya que revisamos todas las plantas y todo estaba bien. La verdad, no se lo que pasó,me informé días después y aunque habían venido a hacerle una revisión el ascensor estaba bien, al vigilante de esta empresa ya no volví a verlo más por allí, pero esto era común entre muchos de los que iban a hacer servicios allí. Un saludo.

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