Esta historia le pasó a una compañera que trabajaba en una mutua y tuvo que ir a realizar el reconocimiento médico a los trabajadores de una empresa.
Llevaban una caravana con todos los útiles de una clínica. Allí mismo realizaban las extracciones de sangre, los reconocimientos médicos...
Un día realizando este trabajo en una empresa muy importante y grande en Valencia, iban entrando los trabajadores uno a uno en la caravana; sale el último reconocido y entra el siguiente. Mientras esto sucede mi compañera está cambiando la sabana de la camilla, reponiendo el material...y el médico está depie escribiendo en la historia y le dice al paciente que estaba a sus espaldas "sin mirarlo" ¡súbase! y el paciente ni corto ni perezoso va y se sube a la espalda del médico a borriquito.
No os podéis imaginar lo que allí se montó!! Por que el médico era un poquito especial y mi compañera no podía parar de reírse.
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