lunes, 16 de febrero de 2009

UNA DE FANTASMAS


Tuve ingresado en la habitación 13 a "Pedro", una chico de unos 30 años mas o menos.

Una persona encantadora y su madre que era de las pocas visitas que tenía también era una extraordinaria.

Lo conocíamos de hacia ya algún tiempo porque venía a ponerse la quimioterapia, siempre traía consigo un peluche (creo recordar que era un perrito) y se pasaba abrazado a él todo el tiempo.
Yo siempre pensé que ese perrito debió ser un regalo muy especial para el, puesto que no lo soltaba para nada.

Poco a poco veíamos como Pedro iba empeorando físicamente, adelgazó muchísimo. Hasta que ingreso por última vez y ya nos dijo el Oncólogo que era un paciente terminal y de hecho ya no salió del Hospital.
Estuvo uno o dos meses allí con nosotras, así que terminamos cogiéndole mucho cariño a él y a su madre. Sabíamos que iba a morir pero todas rezábamos para que no nos tocara en nuestro turno, ya que en estas ocasiones cuando coges cariño a alguien y ves como muere lo pasas muy mal y casi no te salen las palabras de aliento para la familia porque nosotras mismas también necesitamos palabras de aliento en esos momentos.

Al final ya no parecía un hombre de 30 años, sino un niño de 18 por la pérdida de peso tan grande y dejaba un olor en la habitación muy característico, parece que ahora mismo recordándolo me venga su olor!!
Pedro al final falleció, gracias a Dios yo no estaba en ese momento. Pero cundo me enteré lo sentí muchísimo.

Al cabo de un año, cuando ya no relacionaba la habitación 13 con Pedro, una noche me quede sola en la planta porque mis compañeras tuvieron que ir a ayudar en otra planta, y fui en busca de una tele para pasar el rato mientras estaba sola. Debo decir que ir en busca de la tele es ir habitación por habitación vacía mirando que teles van trucadas sin tener que pagar un ticket.

Tras varias habitaciones sin éxito llegue a la 13, que estaba vacía, en cuanto abrí la puerta me vino el olor de Pedro. No dude ni un segundo, enseguida pensé en él...me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo y me asusté. Salí como un rayo de la habitación, no llegué ni a probar la tele.
Y os juro que cuando iba para la habitación en ningún momento pensé en Pedro ni nada por el estilo.
Por cierto esa noche me quedé sin tele hasta que llegaron mis compañeras y fueron a buscar una.
Una vez salí de la habitación me metí en el control de enfermería a esperar que vinieran mis compañeras y mientras estaba allí se volcó un gotero y se volaron unos papeles...y a pesar de que me auto controle pensando que debían ser imaginaciones mías lo del olor y lo del gotero que debió ser el viento pasé un poco de miedo.

Cuando vinieron mis compañeras se lo conté y creo que hoy en día cuando se acuerdan de esto aun se ríen de mí!!!


2 comentarios:

  1. Madre mía qué susto!! A mi estas cosas me ponen los pelos de punta!!

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  2. Esta historia me ha impactado.Supongo que esto será normal para vosotras pero yo de pensar que una persona de 30 años tiene cancer, y yo estoy viendo como poco a poco se va mueriendo, se me parte el corazón.
    Yo me hubiera cagado de miedo, porque yo aun estaría pensando que era su espíritu el que estaba en la habitación.

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